Tengo que ir a la compra. Según están las cosas, ir a la compra es todo un desafío porque no sabes qué te van a cobrar. Iré al Ahorramas porque en el Alcampo ponen un precio en la etiqueta y luego te cobran otra cosa. Además, en el Alcampo no hay de todo, no se puede elegir. He hecho una lista de lo necesario. Por cierto, dice un sabio que hay que preocuparse de vivir bien, no de la muerte. Es verdad. Lo que no se puede aceptar es no vivir, no exprimir el instante. Hay que exprimir el instante. La esencia de vivir es sacar todo el jugo al momento. Lo que pasa es que el momento, por unas causas o por otras, es un momento insípido, bobo e intrascendental. Ahora me acuerdo de un personaje de Valle Inclán que era feo, católico y sentimental. El momento, algunas veces, es soso, aburrido y perdurable hasta más no poder. Ahí está el quid de la cosa, en el puto instante.
Más vale tender la mano que el cuello.
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