"Los desastres y las aberraciones captan de inmediato nuestra atención no tanto por su frecuencia sino porque son anomalías y, como tales, no forman parte de lo que esperamos en la vida cotidiana".
(Luis Rojas Marcos. "Nuestra incierta vida normal".
Además, las personas conservan su nivel de dicha a un nivel privado, personal porque no quieren hacer pública su felicidad. Nuestra vida normal es hacer el bien a las personas que queremos, vivir el día a día con la certeza de que el otro día todo va a ser parecido y pensar que nada horroroso nos perturbará. Cuando sale una noticia dantesca o fatal, la comparamos con nuestra vida y en el 90% de los casos pensamos que "eso" no nos sucederá.
Todos los rostros del pasado, difusos, bellos, han venido
con su pureza o su maldad
a liberarme de la tristeza de esta tarde...
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