Somos rehenes del tiempo que nos ha tocado vivir pero también podemos disfrutar de las cosas que nos rodean en nuestro tiempo. Según como hagamos así pensaremos de este mundo. El que goza de la naturaleza, el que consigue pasarlo bien en este mundo de locos siempre estará contento mientras que el que no hace más que quejarse, detestará su mundo y su tiempo y a la naturaleza a la que no acude. Siempre está bien darse un paseo por el bosque aunque este bosque sea breve porque está amenazado por la urbe cercana. Siempre está bien charlar con la gente que nos rodea porque esa gente nos da la cara buena del mundo, nos hace sentirnos bien con los demás. Siempre está bien jugar aunque seamos adultos pues el juego nos congracia con nuestro alma infantil. Siempre está bien salir del entorno cercano para ver cosas nuevas, nuevos puntos de vista, miradas distintas en las que vernos de otra manera. Siempre está bien vivir en definitiva.
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil
hacia otras aventuras más hermosas...
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