Hoy he conocido a Sergio Castelao. Tiene nombre de escritor gallego. Es mi psiquiatra mientras el que tenía antes regrese de una baja por paternidad. Me ha dicho que el litio y la Ziprexa son importantes. Luego he ido a Colón. Luego hemos ido a comer. Hemos comido tortilla no hecha por mí. No ha estado mal. Me voy a cortar el pelo esta misma tarde. Un buen paseo de ir y venir sin tabaco en el bolsillo. No iré a ver a mis padres. Ahora son las 3:00. La vida pasa de modo que el futuro lo podemos dar por pasado. Da dolor pensar cómo ha pasado el tiempo. Esta vida terrenal es la pasajera para un descanso celestial. Al mar van los ríos chicos y grandes, los pobres y los ricos, los que trabajan con sus manos y los guerreros y los que saben de letras o de números. Allí van a dar todos: a la gloria o al infierno, según se hayan portado en tierra. Dios nos guía en la Tierra y nos espera en el cielo. Hay que leer las bienaventuranzas de cuando en cuando.
Despierta, ya es de día, mira
los restos del naufragio
bruscamente esparcidos
en la vidriosa linde del insomnio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario