Atenea hace que Ulises tome la forma de un viejo mendigo cuando llega a Ítaca para que no sea reconocido por los pretendientes de Penélope. Ulises se muestra a su hijo Telémaco para llevar la negra Ker a esos pretendientes. Estos pretendientes se comen los bueyes, las ovejas y las cabras de Ulises en estupendos banquetes a costa de Ulises. Todos le dan por muerto a Ulises y planean la muerte de Telémaco. Pero Ulises pronto actuará ayudado por el porquero, Eumeo. Y matará a todos. Lo que pasa es que yo todavía no he llegado leyendo hasta ese punto en que Ulises se venga de tanto hijo de puta. Hay un pretendiente, Antinoo, que se burla del viejo vagabundo. Pero lo pagará caro. Lo pagará muy caro.
Detrás de la alegría llega la tristeza.
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