Los hay que van aparentando mucho con sus buenas vestimentas y muy limpitos y luego resulta que están llenos de problemas y de falta de cash. Pero bueno, todo se disculpa cuando abren la boca y te cuentan su vida, vida de la que deduces que les hubiera gustado cambiarla por otra que no hay. Cada uno vive el tiempo que le ha tocado vivir y las circunstancias que rodean ese tiempo, te marcan. Lo que pasa es que algunos quieren rodear a esa vida que llevan de un falso exterior que pronto se rompe y descubre la piel. Como el rey que quería un traje suntuoso y los sastres le dejaron desnudo. Así va la gente, presumiendo de lo que no tienen por medio de sus ropajes y apariencia de exclusividad. No es oro todo lo que reluce y a veces es más sano no relucir mucho.
Hay pétalos de rosa abandonados por el viento en los pasillos de las clínicas...
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