martes, 11 de abril de 2023

 El ser humano tiene unos biorritmos físicos, mentales y emocionales. Este hecho se descubrió a finales del XIX. Cuando se cambia de biorritmo emocional no es aconsejable tomar decisiones que afecten a la emoción, como tratar asuntos de divorcio, evitar ideas de desolación personal ni tratar temas complejos de explicar. O sea, que no se miente a la bicha en esos periodos que estamos emocionalmente expuestos. Cuando cambia el biorritmo físico se aconseja no hacer ejercicio físico. El biorritmo que tarda más en cambiar es el intelectual, el mental, tarda 33 días. La vida nos aconseja, a través de nuestra mente y cuerpo, cuándo debemos arriesgarnos a emprender grandes proyectos o quedarnos quietos hasta que pase el momento malo mental, físico o intelectual. Nuestro cuerpo y la víscera que guardamos en nuestro cráneo nos dicen: vales ahora para esto o no.

Se dicen los poemas

que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,

piden ser, piden ritmo...


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