Si no es verdadero, bueno y necesario, no me lo cuentes. Así decía Sócrates a un discípulo que le iba a contar un chisme. Chismosa o chismoso es aquel que no se cuida de lo que dice ni de lo que escucha y cuenta cualquier cosa a los demás. Por lo demás, hace fresco en la calle aunque haga sol. La vida es como una sucesión de procesiones pero más vulgar que la pasión de Cristo. Pasan horas y horas de inacción y reconocimiento de uno mismo. Estamos aquí de casualidad. Una casualidad grande de acuerdo con nuestras personas pero estamos al albur de que nos pase cualquier cosa. La calle está llena de percances y de alegres personas que nos saludan y nos recuerdan quiénes somos en el barrio. El dolor pasa, igual que la alegría. Somos seres que pasan. Ojalá vayamos un día sin saber adónde vamos y lleguemos a la verdad de las cosas.
En los meses de aquella primavera
pasaron por aquí seguramente
más de una vez.
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