Voy a hablar de Sabina, de las canciones de Joaquín Sabina. A mí, la canción "500 noches" me sorprendió en una academia donde trabajaba mucho y ganaba poco y estaba a punto de ingresar en el psiquiátrico. Tendría yo treinta y pocos y esa canción me fue marcando las clases que daba yo a los alumnos. La de "Pongamos que hablo de Madrid" me marcó toda mi vida pues es como una canción eterna que durará siempre. La de "Calle melancolía" hacía que me reflejara en ella, pues melancólicamente me he conducido o me han conducido en la vida las circunstancias mías. Me gusta mucho también la de "Gulliver" y alguna que otra que he oído en los veranos de mi vida. Sabina sabía tocar la tecla sentimental de la gente. Me gusta mucho este verso: "date gomina que no te despeine el vientecillo de la libertad". A veces, nos damos mucha gomina.
La pureza es el descanso del cielo y la coherencia, la paz de la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario