Hay un hueco muy grande en las mañanas, en las horas de las mañanas, que no se cómo llenar. Pero si voy despacio y con calma todo es mejor. Debo aprender a vivir con tranquilidad el día. El día se compone de pequeños hallazgos que surgen de no se sabe dónde. Por ejemplo, ayer me llamó Eva y fuimos a El Escorial y al fin me reí. Hoy tengo que ponerme una inyección. No creo que la enfermera que me la pondrá me haga reír, pero bueno, a lo mejor me cuenta un chiste. ¿Quién sabe? La luna sale por las noches muy señorial en el cielo y asiste a la oscuridad del mundo como un testigo y ve crímenes horrendos que no cuenta nunca. Uy si la luna supiera hablar. La de cosas que nos contaría. La luna es el satélite más antiguo que conocemos. Es un capricho del Creador la luna.
Medito a veces
en la triste materia de mi canto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario