Ayer fuimos Paco y yo a tomar algo al Pardillo. Es una gran terraza que estaba llena de gente. Yo me puse a oír a un menda vestido de chándal muy moderno con acento andaluz o extremeño, no sé. Ese menda parecía un bon vivant de la vida, un tipo que aprovechaba cada ocasión para vivir feliz. Estaban con él tres jóvenes chicas y otro joven, oyéndole embelesados, como si tuviera la batuta feliz de dirigirse en la vida. Creo que se trataba de cinco maestros de primaria, pues hablaron al principio de cursos de sexto, tercero etc. Paco y yo estábamos callados. Habló Paco diciendo que los maestros se vuelven todos locos al tratar con jaurías de niños. Yo, más tarde, al irnos, le dije a Paco que era muy aburrido. Y estalló la cólera de Paco. Y me metió un rollo todo el camino de vuelta. Oíd Musas, la cólera de Paco.
Quien vive de esperanzas, se muere de hambre.
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