viernes, 10 de junio de 2022

 Nadie se va a leer El Quijote cuando existen las obras de Stephen King o de otros maestros del terror, la violencia gratuita o el suspense. La gente quiere muertes violentas, polvos estratosféricos en camas de sábanas de seda, vicios, torturas, degradación de los personajes hasta las miserias más hondas del ser humano. En la vida, nos enfrentamos también a una serie de personas que son malas, que intentan manipularnos, que entran en nuestra intimidad para hacernos daño. Las locuras de la gente están ahí y muchos matrimonios, familias se han roto por dos o tres de esos miembros que abusan de los demás y encima dicen que son los demás los que hacen daño y encima se presentan en la sociedad como víctimas cuando son los verdugos de seres inocentes que se callan por no enfrentar a la familia. Estos personajes no dudan en entrar en casas ajenas, robar llaves, mentir, ofender al ya ofendido, echar la culpa a sus víctimas, robar textos escritos por un miembro de la familia por toda la cara. Son mentirosos, ladrones, allanadores de moradas... Toda una muestra que podría caber en una novela de estas que hablé al principio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario