La vida es como una película; cuando empieza, ya no puede parar. Si el ritmo cinematográfico es rápido, ocurrirán muchas aventuras en poco tiempo y la película hará pasar el tiempo que ni lo notemos. Pero si la película es de mucho diálogo y de mucha escena interior, prepárate para que el tiempo te parezca de chicle que se estira y estira y el espectador de los minutos que vayan pasando en la película se exasperará. Mi vida es como esta última: mucho cine de no pasar nada y de mucho diálogo con Paco, diálogo que a veces, a mi hermano no le gusta. Mi hermano es un amante de la rutina y le dan todos los males. Me ha llegado a decir que tiene covid persistente, cosa que es falsa, pero él se la inventa. Siempre está cansado, aquejado de hígado graso, dolores de cabeza... De lo que no se da cuenta es de que come demasiado y se está poniendo muy gordo. Bueno, la verdad es que mi hermano se puede pasar una tarde entera en casa que no se aburre.
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