Después de pasarlo mal una semana y media con ansiedad, angustia y sentirme deprimido, Paco se ha ofrecido a llevarme a urgencias. Me han regulado los medicamentos para que no pase tanta ansiedad y depresión. En urgencias había un montón de personas aunque eran las 4:00, más o menos. Yo llevaba un tiempo envidiando a las personas que no tienen problemas mentales y además, deseaba morir por eso, por estar sufriendo algo que pocas personas sufren: angustia y depresión. La gente se pirra por comprarse un bañador en El Corte Inglés y ya, no se preocupa de nada más. Aunque no hay que desear el mal a nadie, yo desearía para ciertas personas que viven en un limbo como verdaderos gilipollas una pequeña angustia o depresión para que se dieran cuenta de lo mala que es la vida, de lo perro que lo pasa un enfermo mental y de los sufrimientos mentales que ni se imaginan. Espabilarían muchísimo. La gente pasa de los enfermos mentales hasta que les toca a ellos sufrir una depresión y notar cómo la mente se les desboca.
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