viernes, 10 de junio de 2022

 

 

 

 

 

MOMENTOS ESCRITOS.

 

 

Ismael Moreno.

 

Noviembre 2016

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caer bien

 

No camino por senderos ni caminos.

Camino por las horas fugaces.

No voy a ningún lado, me parece.

Caigo del lado del derribo.

Pero procuro hacerlo dignamente.

Y no caigo sin antes paladear mi soledad

Que me hace ser humano.

 

Consigo

 

Consigo pocas cosas

En esta vida insulsa que yo vivo.

Pesan como losas

Las horas que recibo

Pero el afán de ser mejor avivo.

 

Procuro libertad

Y hacer de mi destino una virtud

Y mi poca verdad

Alimenta un alud

De ideas nacidas de mi inquietud.

 

Mi vida poco ofrece

Pero algo procuro construir,

Una obra que crece

A golpes de escribir

Lo que mi imaginación sabe parir.

 

 

 

 

 

 

 

Sentimiento

 

Yo me siento muy solo

Porque tengo miedo a perder

Todo lo bueno que tengo.

Es un miedo muy grande

Quizás a la muerte atrevida,

Quizás a mi propio miedo.

Siempre ando sobre aviso,

Siempre ando con angustia

De que lo que más quiero

Me falte algún mal día.

Con miedo yo vivo mal

Y pierdo todo contento

de vivir tranquilamente

lo que me va sucediendo.

Pero mi vida es así

Y yo tengo mucho miedo

De perder lo que más quiero.

Por las mañanas tan grandes

Yo me veo solo y triste

Y con tanta soledad

Que casi muero con ella.

Todo lo que yo quiero

Son mi familia y amigos

Y temo perderlos todos

Por un giro del destino.

Ya sé que esto son locuras,

Que no me quedaré solo,

Que siempre estarán ahí,

A mi lado, en torno de mí

Pero el miedo que yo tengo

No lo puedo echar fuera.

Si yo me siento tan solo

Es cuestión interna mía

Y he de sufrir al demonio

Que anda dentro de mi alma.

Sufriré estas sensaciones

De pérdida y desconsuelo

Hasta que llegue la hora

En que me quede yo solo

De verdad o me muera.

 

El mundo

 

El mundo es un sitio feo

Donde se mata al deseo.

A él venimos desnudos

Y en él nos vamos vistiendo

De alegrías y de penas.

Mientras pasa nuestra infancia

No notamos que vivimos

Y ya demasiado tarde

Sabemos a qué vinimos

A este mundo inevitable.

Nacemos y no sabemos

El porqué del nacimiento.

Nadie nunca explicó

Por qué venimos al mundo.

Tampoco por qué morimos

Así que este mundo es misterio

Que alberga un raro deseo.

Deseamos ser felices

Ya que no sabemos nada

Y ese deseo genuino

Lo va matando este mundo.

El mundo es un sitio feo

Donde se mata el deseo.

Hay gente que va cumpliendo

Todas sus apetencias

Pero como el pobretón

No sabe por qué nació

Ni por qué ha de morir.

Es sitio feo este mundo

Donde no sabemos nada

De su maldito misterio.

No más vivamos la vida,

No nos hagamos preguntas

Porque no tendrán respuesta.

Vivamos, seamos felices

Y volvamos a la infancia.

 

Barrio

 

Por las calles de mi barrio

Ahora solo andan los gatos

Son las cuatro en mi reloj

Y ando por las calles solo.

Es tanta la soledad

Que se me encoge hasta el alma

Pero en esa soledad

Soy el amo de mis pasos.

Yo no podía dormir

Y he salido de paseo

Y me he encontrado a mí mismo

En la plaza del deseo.

 

La gente

 

La gente está agria, a la gente le duele algo en el fondo de su alma.

No saluda la gente, a la gente la cara se le rompe en una mueca triste.

No puedo ser amable con la gente, la gente da asco.

La gente me intenta engañar, dice adiós con la mano.

La gente no saluda, a la gente le hacía falta un manual

De buenas maneras o saber contestar al saludo amable

O meterse en casa y no llenar las aceras.

A la gente le falta una buena educación y no reírse del prójimo

En los mercados, en la calle, en el recinto obligado de la vecindad.

Pero me da igual la gente, la gente son esos, la gente son piojos,

La gente dice tacos, insulta al aire, mea las esquinas y chupa un cigarro.

No me gusta la gente de mi ciudad. Ojalá la gente fuera individuos bien formados.

 

 

A veces la mariposa que eres tú, tan dulce

Se convierte en la rabia que ahora me arrojas a la cara.

Tan sin sentido.

Maldices tu vida, insultas a las paredes, a las esquinas de las calles, insultas al sol.

Y me quedo contigo sin entenderte.

Pero sigo queriéndote porque debajo de esa furia

Está la mariposa.

 

Si

 

Si alcanzáramos la dicha de estar vivos

Sin anuncios, sin deseos ni cosas.

Si la vida fuera vivir solamente

Sin otro motivo, sin otra apetencia,

Qué felices seríamos.

Viviríamos desnudos, viviríamos edénicos,

Viviríamos la vida del mundo primero.

Pero ya estamos hechos de papel y de plástico.

Somos otros, no nosotros, que giran y giran

Alrededor de intereses, dineros, objetos y trastos.

Ojalá el mundo volviera a su acuerdo,

A su acuerdo de antes, cuando todo era puro

Como cuando éramos todos hermanos.

 

El deseo aquí

 

El deseo, que sobrevuela montañas,

Que se entretiene en playas festivas,

Que surca carreteras hacia la nada,

Está aquí, enfrente de ladrillos habitados,

Súbitamente triste, perdidamente desolado.

Y quiere el deseo abrirse paso

Hacia el mar, hacia las nubes y los dulces baobabs, bailando el son de la pura libertad.

Pero está aquí, en medio de la torpe ciudad,

Súbitamente triste, perdidamente desolado,

Hasta que el sol o una mano llena de ternura

Lo lleve hacia el mar, hacia las nubes y los dulces baobabs.

 

Cuadro de hotel

 

Había cinco negritos bailando.

Uno alzaba la pierna, otro alzaba los brazos,

Eran los cinco la libertad pura.

La danza los envolvía en el cuadro,

Dando viveza y son a la pintura.

Yo miraba a los cinco, cómo bailaban

En un baile fácil, en un baile elástico,

Poniendo la pared patas arriba.

Era la habitación de hotel más dinámica conocida

Gracias a este cuadro de los negritos bailando, uno alzaba los pies, otro alzaba los brazos

Y yo miraba cómo los negritos bailaban felices

Sin saber qué era el mundo,

Sin saber más que de sus cuerpos bailando.

 

 

 

Mundo grande

 

Maravilla saber qué grande es el mundo

Pero entristece no poder recorrerlo.

Las aceras que recogen mis pasos de siempre

Le dicen a mi alma que es pequeñita,

Que no saldrá nunca de sus pasos contados.

Pero el alma menuda de un hombre

Puede guardar dentro la luz de los días,

Puede ser tan grande como la de un viajero,

Y puede amar tanto que consiga ser alma

De un dios prisionero.

 

Amar

 

Amar a las personas es ejercicio bonito.

Solo se necesita un corazón puro

Y confianza en el semejante.

Yo quiero ser amigo de muchos amigos,

Dar compañía y ayuda a los demás.

Pero no están los tiempos de acuerdo

En que confiemos en el de al lado.

Temores, modernos temores al otro

Han venido a romper ese vínculo

Que antes nos unía a la gente.

Pero hay que seguir insistiendo

En querer ser amigo de otros

Y serlo, para que Dios quiera seguir siéndolo.

 

 

Alas

 

Qué malo es dar alas al que no sabe volar.

Se queda en el suelo lamentando siempre

El miedo que le impide alzar el vuelo.

Es mejor no saber, no desear,

No tener alas con que vivir el mundo

Antes de saber y ver la maravilla

Del azul por encima de la tierra.

 

Partir

 

Partir de tu tierra amada,

Coger un tren cualquiera que rompa el horizonte,

Atreverte a estar solo en un lugar ajeno,

No temer lo nuevo sino quererlo

Es cuestión de la aventura,

Esa que bulle a veces en nuestro interior

Pero que muere en el día de la gran ciudad.

 

 

 

 

 

Hombres grandes

 

Grandes hombres y mujeres nos han precedido

Que han hecho la guerra y la paz.

Han seguido una ideología

Y han agitado banderas y dicho discursos.

Ahora es tiempo de entendernos

Y no volver a crear diferencias

Como otro ha hecho con su política cesarista,

Hace poco.

Con la memoria de un bando,

Con el resurgir de fantasmas,

Un presidente leonés

Que no hacía más que reír

Ha hecho de España una crisis

Difícil todavía de resolver.

 

 

La carretera

 

La carretera nacional está ahí,

Cuajadita de asfalto

Para que mi coche la recorra

Este viernes santo me esperan los kilómetros.

Infinitos horizontes se pegarán a la ventanilla

Mientras mi novia aprieta el acelerador.

¿Adónde iremos?

No sé. Lo que el combustible diga.

Mientras, una conversación llena el mágico habitáculo frente a la aventura.

Cuchillos envenenados en la sien

Mientras me debato en soledad.

Vientos en contra, locura que nace en su boca.

Voy a decirle adiós como ella me dice que me quiere

No siendo verdad.

Dos lenguas he oído este tiempo, dos mentiras

Que me han hecho de mí un títere, una flauta meliflua.

Yo ya no sé navegar este mar de lisura y mentira,

De falta de un viento real.

Yo ya no sé quién eres que dices mi amor de forma

calculada.

Yo ya no sé si te quiero, yo ya no sé de tu amor.

 

Mi costado

 

Has dañado gravemente mi costado,

Mi fe más pura, los jazmines de mi alma.

Y quieres que te dé la mano.

Has ensuciado mi sangre, has oscurecido mi mente,

Mis dulces armas que tenía para la vida.

Y quieres que te dé la mano.

Para ir juntos a ninguna parte,

Para que a la vuelta, vuelvas a insultar mi casa.

Y quieres que te dé la mano.

Pero no te la daré más.

Porque no entiendo tu lengua de artificios.

Porque no entiendo tanta burla de mi piedad.

Porque ya no te entiendo a ti,

Mujer de mil inventos, mujer de mil falsos lamentos,

Mujer que ha enredado mi dulce tiempo.

 

 

Gente mala

 

Toda la gente es mala,

Dices mientras mascas un chicle de fresa.

Entonces tú y yo somos malos,

Digo yo fumándome un cigarrillo.

No, tú y yo no, querido, y coges el chicle y lo tiras al suelo.

No te entiendo ni creo en ti, pienso. Y arrojo la colilla lleno de temor por tu pobre inteligencia.

 

Ha sido tan sucio el trato contigo

Que no hago más que pensar en dejarte.

Los celos, los pocos escrúpulos que has tenido,

El insulto pronto, la mentira, el uso de lo sagrado para amenazar.

Está todo tan sucio en tu corazón

Que no hago más que pensar en dejarte.

Quizás seas buena en el fondo

Pero no voy a esperar a averiguarlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La duda camina

 

La duda camina despacio como un escorpión

Pero yo sabré hacer lo conveniente.

Pienso una cosa y la otra, todo se arrastra.

Pero yo sabré decir que no.

No a tanto abuso, a tanto desorden.

La moneda vuela ya en el cielo.

Lo siento, cariño, sigue tu camino.

 

 

 

Por las calles de Madrid

 

Por las calles de Madrid,

Largas y ajenas,

Mi alma se perdió hace ya mucho tiempo.

Por las calles de Madrid

Olvidé lo que aprendí,

Por las calles de Madrid

Se muere un hombre tranquilo

Sin poderse despedir.

Por las calles de Madrid

El tiempo se agita loco

Sin saberse corregir.

 

Olvidar

 

Necesito olvidar

Esa cara bonita que me hizo tanto daño.

Necesito olvidar tantas caricias falsas.

Necesito que pasen uno o dos años

Sin verla ni tocarla.

Necesito saber que ya no la quiero.

Necesito olvidarla.

Necesito olvidarla.

 

Amor desordenado

 

Las canciones de amor se ponen sucias por la tarde

Cuando recuerdo tus malas artes,

Tu desorden de enamorada,

Tantos besos que fueron aire,

Tu amor perdido.

Las canciones de amor parecen mentira

Cuando tú te acercas con tristeza a mi recuerdo,

Cuando tú bailas como los muertos

Cuando tú ya no estás,

Cuando todo advierte tu olvido.

Las canciones de amor se mueren ya en los labios de los cantantes.

 

 

 

 

Qué malo

 

Qué malo es desear lo que no puede ser:

Esas largas carreteras,

Ese cielo infinito surcado en un avión,

Esa plaza de una gran ciudad.

Pero tendremos que hacer poesía del asfalto,

Encogernos el corazón hábilmente

Para desear lo que sí puede ser:

Ese cafelito con los amigos,

Esos versos escritos a media mañana,

Esa novela que va avanzando

Y ese cercanías que debilita el corazón

Y le hace del tamaño conveniente.

 

 

 

 

Solo tú

 

Solo pienso en ti

Detrás de esta vida rutinaria.

Solo tú estás brillando

Por las aceras duras de esta ciudad repetida.

Pero el destino rompió el camino

Que andábamos los dos.

Ahora me cuesta más

Andar por la ciudad.

Ahora te recuerdo sin una sonrisa,

Sin el amor de antes.

Solo pienso en ti.

Solo tú brillas en la desgana de las esquinas

De esta repetida ciudad.

 

 

 

Repetición

 

Andar sin ganas, repetir el día de antes,

No poder coger una flor bonita.

Así son los minutos que yo recorro solo.

Aceptar con humildad de ermitaño

Estas calles sin asombro, estas aceras impías,

Estos rostros sin nombre.

Así tengo que vivir mi vida.

Pero la viviré porque es la que me reserva la luz de lo creado.

La viviré porque no es mala, piense lo que piense yo.

La viviré pues es lo que me queda después de retirar la maravilla de haber nacido.

 

 

 

 

Tú otra vez

 

Esta tristeza, esta falta de ti

Quizás haya sido necesaria.

Tus modales no han sido los mejores.

Pero algún día, si nosotros lo queremos,

Volveremos a ser dos novios que se quieren.

Te he dejado, sí.

Tus modales no han sido los mejores.

Pero te recuerdo.

Te recuerdo en mis noches y mis días

De paso obligado por las aceras de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

La rutina

 

Me ha salvado estos días lo que escribo.

Me aburren los pasos repetidos,

La rutina, la pereza, el periódico, las luces

Que avisan de la noche.

He escrito estos días que el mundo es odioso,

Que mi infancia ha muerto ya muchas veces

Envuelta en mi recuerdo melancólico.

Pero sigues siendo tú en la distancia

Lo que se parece a mi infancia lejana

Y he escrito también que yo te quiero.

 

Rima pobre

 

Son las once de la mañana

Y me acabo de levantar.

Hoy es viernes pero da igual.

Un pájaro canta insistente.

Parece que el día no traerá emoción alguna.

Todo está hecho hace ya muchas horas.

Resumo en mi persona la pereza,

Las pocas ganas de vivir

Y la soledad.

Iré a ver al del kiosco de la once

Para charlar un rato.

Eso es todo lo que me pasa en la mañana.

 

Móvil en silencio

 

Ya han cantado los pájaros a la madrugada

En mis bolsillos no mires, no hay nada.

No suena el móvil, en mi voz no hay tonada.

Estoy solo todo el día, soy soledad amontonada.

He dejado atrás gentes de mil maneras.

Nunca lograrás ser el que eras.

Recorreré como el caballo las praderas

Andaré nuevamente las nuevas veredas.

El tiempo nuevo será una canción nueva.

 

Llenar el tiempo

 

Doy pasos pero no lleno mi tiempo.

Las horas pasan vacías.

Es mi destino.

No andar, quedarse quieto.

No disfrutar, ver cómo pasa el tiempo.

No hago planes ni para un día.

Mi vida es plana.

Es mi destino.

 

 

 

Pasa el tiempo

 

Con los rastros que deja la duda,

Los días van pasando.

Me azaro en el sol de abril,

Me asusta el verano terco de luz.

No sé de mí nada bueno.

Las horas se confunden

En un territorio vano.

Estoy vacilando en la mañana

Y por la tarde no sé quién soy.

 

Breve deseo

 

No avanzo, doy vueltas

Al sol breve del deseo.

Puedo querer, no puedo.

Me limito a seguir el rastro de la duda.

Un empujón, un aire tibio

Me saca de la ilusión de ser tristeza.

Pero pronto veo que yo no soy

Más que la figura reducida

A la que me somete este hoy.

 

Lluvia dulce

 

Una dulce lluvia cae

Y calma mis pasiones.

La luz ha quedado oculta

Y con ella, mi temor al sol inquieto

Que altera el corazón.

Ojalá la lluvia se quedara

Unos días en el paisaje

Para hacerme este bien

En el espíritu,

Este fragor de alma sosegada.

 

 

Mira la lluvia, su voz tranquila

De agua que se derrama sin freno.

Mira los charcos que rezuman

El ofrecimiento del cielo.

Mira el día gris cómo huye

Hacia horizontes de caridad.

El día ha anegado mi alma

De un sosiego especial.

Esta agua que ha caído

Me ha traído un beneficio

Difícil de olvidar.

 

 

 

 

 

Rayito de luz

 

Apenas la vida se disuelve en días

Que traen su rayito de esperanza

A los enfermos, a los necesitados

Y a mí, que mendigo un poco de emoción.

Apenas la vida sale de su círculo idéntico

Para darnos satisfacción.

La vida va andando sin mirar atrás

Para que el pasado muera sin recuerdo.

 

Primavera negada

 

No muy lejos de mi habitación

Han nacido mil lirios azules,

Unas flores amarillas

Y hierba, mucha hierba porque es primavera.

Pero tú te escabulles al mes de abril,

Tú no cantas al sol acariciador de almas.

Tú sigues un horario mostrenco

Que te impide ver la maravilla

De este nacimiento de lo inaudito

Que surge pasionalmente

Por estas fechas agradecidas.

 

Mala masa gris

 

A los que padecemos de la masa gris

Nos dan una pensión

Y las horas enteras para que nos aburramos en ellas.

Yo escribo para no ir detrás de las horas

Yo cometo oraciones gramaticales

De vez en cuando.

Yo no tengo ganas de perder el tiempo.

Pero padezco de una masa gris desordenada

Que me tiene contra las cuerdas.

La ansiedad, la angustia me acosaron

En el puesto de trabajo

Y me jubilaron

Y ahora mato adverbios con saña de rencoroso.

 

Sueña por favor

 

Sueña, sueña con la fantasía de los locos

Que un mundo feliz te aguarda al despertar,

Sueña con campos llenos de flores

Sueña con la más bella de las mujeres

Sueña pues soñar es dado al mortal más miserable,

Al que yace en una esquina,

Al que le atormentan los dolores.

Sueña que eres otro porque por la mañana

Quizás consigas ser ese que soñaste.

 

 

Día fantástico

La mañana ha ardido en su enorme pira,

La tarde se ha disuelto en su urna fabulosa.

El día tiene un no sé qué de despedida.

La noche ha llegado como si cualquier cosa.

Así es la vida que va pasando,

Como un enorme día que acaba en noche,

Como la luz que se apaga no bien ha brotado,

Como algo que al nacer ya sabe de su final.

 

La vida y yo

 

La vida va pasando conmigo y yo no deseo

Que esa vida sea un festival de colores.

Los libros, amigos míos, y una tarde

A la sombra de los árboles

Ya justifica el estar vivo.

La vida va pasando conmigo

Y yo no quiero

Sufrir por ser algo que no soy.

 

La tarde plácida

 

Amo la tarde en calma del verano,

Esa ligera brisa que hace vivir el cuerpo.

Amo el mar, aunque esté lejos,

Ese rumor continuo que calma los sentidos.

 

Verano denso

 

Es Julio en la ciudad.

Rodeado de calor por todos los extremos de mi cuerpo,

Ando de aquí para allá buscando siempre algo sublime

Que quiero encontrar en las palabras

Pero no encuentro nada parecido.

Solo el reloj que continuamente va diciendo

Los minutos que pasan.

 

Confianza de ardor

 

La aventura del amor a veces es algo amarga:

Deja el corazón vacío, engañado y solitario.

Pero si se confía en la fuerza

Que tiene uno dentro

Podrá llenar de nuevo

Al corazón engañado

De algún cariño, de alguna madrugada

Limpia como el agua.

Es cuestión de los otros: no siempre hay desierto

En el corazón ajeno.

 

 

 

Soledad sin hablar

 

Por la acera pasa gente malhumorada.

Seguro que mucha de esa gente son granujas

Que no merece mi amistad.

Pero es que yo estoy solo,

No tengo con quién hablar.

Desearía intercambiar

Algunas palabras blandas con cualquiera del lugar,

Sea este asesino, ladrón, violador de señoritas o santo de algún altar.

Pero ya nadie se para conmigo a dialogar.

Solo en mi pueblo dialogo cuando visito el bar.

 

 

 

 

 

 

Melancolía del corazón

 

Los días pasan tranquilos.

El regaliz de la tarde sabe dulce y compañero.

La noche dobla su esquina prometiendo paz.

Yo no paseo mis penas pues mueren durante el día en la plaza, entre la gente.

Y amanece lentamente, con la consideración propia de lo que no tiene mucha importancia.

 

Sol rico

 

El sol envuelve el día como una salsa.

Andamos doloridos por las inciertas aceras

De la ciudad ajena.

Generalmente, sabemos bien lo que hacemos.

Hasta que la pregunta de la vida nos asombra con su doloroso pavor:

¿Quiénes somos? Quizás los que pateamos el asfalto por costumbre, quizás los que no sabemos de horizontes, quizás los que luchamos día a día por entendernos con la vida.

Y así, el cielo con su azul nos mirará altanero y no nos dirá nunca qué habita la conciencia.

 

Pregunta del ser

 

Nos turnamos para vivir la vida o pensar en la muerte mientras miramos el cielo.

Quizás seamos ese dolor que se queda entre nuestra triste mirada y lo que ocurre.

Pero pronto pasa. Todo nuestro cuerpo se empecina en dar pasos de futuro.

Han pasado muchas cosas hoy y hemos pasado nosotros también rozándonos con el presente.

 

 

 

 

El viento arrastra lejos el polvo del camino.

Vamos andando, sabiendo nuestro hado por especulaciones.

No somos ricos, tampoco pobretones.

Si nos cansamos, paramos un momento a beber agua de la fuente.

La frente ya se habrá partido muchas veces si llegamos a viejos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muerte como descanso

 

No entiendo tantas cosas de la vida

Que esperaré a estar muerto para dejar de preguntarme

Esas cosas de la vida.

Pero mientras vivo, el cielo sorprendente,

Las aguas del mar todas, esa persona que camina de frente a mí, la administración y ese niño que juega

Hacen que la vida sea un misterio incomprensible.

Agradablemente, hasta ahora, incomprensible.

 

Jornal del mundo

 

Esta tierra ha de tener para todos,

Con trabajo se consigue un jornal para comer.

Y sin duda, unos padres son muy necesarios

Para ver el mundo con ojos confiados.

El que no tiene padres,

El que vio en el otro

Una ocasión para medrar

Estuvo muy solo en el mundo

Y sus congéneres le dieron desazón.

No olvidemos que no todo ciudadano se crio en un hogar modelo.

Hay ciudadanos que luchan y luchan contra los elementos siempre.

 

Amortiguado presente

 

El sol de la tarde amortigua la jornada

Que nació tranquila.

La noche cabalga a lo lejos para venir

A elevar el día a su reflexión:

Hay caminos que llevan lejos y hay mañana.

La mañana con sus ruidos va avanzando.

El trabajo se estrena pronto y bien.

Todos hacemos lo posible

Por que la nación produzca y crezca.

Y así, trabajadores de todas las clases

Van llenando las calles de esta república bendita.

 

El artista remolón

 

El artista quiere que su canción sea bonita,

Agrade los oídos de los que bailan, de los que sueñan, de los que aman.

Pero la canción sale así, como quiso la inspiración.

Y la canción suena,

Suena en las radios, en los bares, en las casas, suena por todo el mundo invadiendo esquinas.

Y el artista la oye también hasta que no parece suya.

Y la canción coge vida en los corazones del pueblo, tras cada calle, tras cada noche, tras cada plaza de luz.

 

 

En autobús pasa la vida

 

Pasan árboles, postes de la luz, ancianos que pasean la mañana tanteándola con su bastón, pasan los enormes minutos de la carretera que unen cuerpos con ciudades. Pasa mi vida en el autobús.

Cuando llego, las puertas de un bar alojan todo el paraíso de los días. Pido un café. Y ya voy preparado para entrar en el dulce misterio de la población que se agazapa a mi vista de humano transitorio.

Paseo por la ciudad. Las aceras brindan con el sol mi recorrido, van besando mis pies tanta redonda ilusión. Hay cines, hay tiendas de chinos, hay ferreterías y un etcétera de todo.

Me gusta caminar por caminar, el lujo de unos pies que miran alrededor lo bien que está hecho todo.

Piso por donde pisan multitudes de ciudadanos como yo que viven hoy y el mañana preocupado pero lleno de esperanza.

Y tiendo mi mirada larga y ávida tras el hueco que ha dejado esa chica tan dulce, de mirada sincera, de sonrisa de Dios.

Erotismo pobre

 

Los cuerpos avanzan locos de deseo.

Yo avanzo con ellos, mirándolos.

Mi vista aviva el meneo.

Es increíble que existan estas mujeres.

Pero existen. Todo concluye.

Exhibición pobre de un sexo menor.

 

Andar por andar

 

Ando por las tardes hasta otra ciudad.

Me acompañan en esos pasos el ruido de los coches que pasan, los chándals articulados que corren, alguna chica bonita a la que miro con admiración, ancianos que hablan de sus longevas vidas como si estiraran un acordeón, jóvenes que vienen del instituto y van al placer que les corresponde por edad.

Y yo ando y ando y despejo la mente contra el cielo que tengo delante y llego a la ciudad, la otra ciudad y bebo una cerveza y vuelvo sobre mis pasos tranquilo, evitando la excesiva felicidad y también la melancolía destructora.

 

Romper la ciudad

 

Borracho de aceras, fatigado de andar

Recorro la ciudad.

He visto tantas cosas que me da que pensar.

El que anda mucho ve mucho, dijo el sabio Cervantes.

Yo ando por los barrios ricos y los de mal pasar.

Y saco la conclusión de que todo el mundo se apaña

Y come pan.

Mi madre me lo decía y tenía gran razón:

Tú camina y camina, ya llegará el maná.

El maná nunca llegó y mi madre se durmió.

Yo solo me apuro en mi triste soledad.

Despacho un vino en un bar.

Sigo andando por andar.

Quizás algún día esto tenga remedio y la mala suerte no me persiga más.

Ando y ando sin parar, borracho de aceras,

Fatigado de mirar.

 

Insomnio triste

 

La noche se abre para mí entera.

Me ha prohibido el sueño la vida.

Cuento lo que falta para la mañana,

Pero aún quedan largas horas de insomnio.

Por la ventana negra, el cielo amenaza al tiempo.

Y así, cabalgo errante por el reloj que domina

Mi pensamiento y ya no puedo soñar con sábanas

Que cubran mi cuerpo.

Estoy en un sitio donde no se duerme.

Estoy estimulado por mis piernas que tiemblan

Con furor de amantes tristes. No puedo dormir.

 

Ojos de pena

 

Mis ojos heridos se cierran intranquilos, contando levemente el renacer del camino.

Mis ojos heridos son el telediario.

Mis ojos heridos son la gente que pasa.

Mis ojos heridos es la poca amistad que agoniza entre los hombres.

Hay que seguir. Sin manos que llenar, con los ojos heridos que lloran estos días amargos.

Hay que seguir y batir la vida en un avance hacia la razón y la fe. Hay que seguir siendo los mismos que ayer nos quejábamos.

Hay que seguir hasta ver el camino que nos haga más mundo. Hay que dar pasos, mirar al futuro, decir palabras dulces y abuenarse con uno.

 

 

Deseo de amor

 

Ya no cuento los pasos, ya no cuento historias.

Agito mi vida como queriendo escapar.

Ando perdido en mis años

Como en una casa sucia y antigua.

Pero deseo aun decir las palabras bonitas

Que hagan reír, que críen amistad.

Deseo ser ese que un día yo fui,

Que iba por la vida como por una calle,

Solo mirando y sin mirar, solo viviendo.

Deseo que mi cuerpo me dé los placeres

Que un mundo moderno me pueda ofrecer.

Y deseo, sobre todo deseo que el amor no me deje,

Que siga yo amando el día que amanece,

Que sea feliz, cueste lo que cueste.

 

 

Yo quieto

 

La pelea empieza con el sol ya en alto.

Mira qué garabato hace el día tan adentro.

Mira qué montón de carreteras unen pueblos.

Yo, sin embargo, no me muevo de la ficha,

Soy peón que ignora el tablero de la lucha.

Pero intento movimientos de palabras,

Deseo decir las historias de la gente

Y consigo unir episodios de mentiras en mi mente.

La tarea es ingente por lo tanto y me pongo a escribir cada mañana corazones, planetas y turbios sentimientos de papel.

 

 

 

 

 

 

Día atrás

 

Me levanto y desayuno. Echo un cigarro con el riesgo de morir de mil maneras.

Las horas que le faltan al día ya me agotan.

El pensamiento a veces es dolor imaginado.

Y van pasando las horas.

Quizás escriba en ellas el párrafo ideal.

Quizás haya encontrado en la jornada un amigo con el que matar mi soledad.

Quizás, mucho quizás, sea tan feliz que nada me importe.

Y sobre todo, ha pasado otro día sin haber ido a París.

 

 

 

 

 

Dolor de cabeza

 

Me duele tanto la cabeza

Que las calles me parecen epidemias colectivas.

Se habla tanto por la tele, se dicen tantas cosas que no valen,

Que el dolor se me extiende por el cuerpo

Mientras somos cada vez más oscuros para el otro.

Pero, siempre pero, porque el dolor ha de curarse.

Y voy a tomar un café por estar cerca de la gente.

Y me hago amigo de los que luchan contra el cáncer.

Y me asocio con los que fotografían monumentos.

Todo lo hago por no oír el telediario

Y dejar de sufrir el dolor de cabeza,

El dolor solitario de andar por la anónima acera de esos que se cruzan con el viento.

 

 

La duda mala

 

Crece la duda a mi alrededor.

La crean esos que tienen dos caras, esos disfraces mal hechos.

Crece la duda y miro con un ojo alerta a mi amiga, a el discurso del político, a esa mentira dulcificada.

Crece la duda y la creencia muere pues poco queda en qué creer.

La duda se pone delante de mí y me impide el paso al corazón del que ayer decía “amigo” con la boca muy abierta.

La duda hace que yo vacile en lo alto de mi vida pero que también aprenda quién es uno y quién el diablo.

La duda me hace blanco de mi propia flecha pero voy salvando obstáculos que son mentiras.

 

 

 

Conformación tenue

 

Mi ánimo quieto me ayuda a entender el mundo.

Este mundo que poco a poco me quitan.

Cuando uno amasa años en su pensamiento, es que el mundo ha cambiado.

Pero es bueno abuenarse con lo que hay, no todo es malo.

Yo veo la mala educación de los más jóvenes y digo: el mundo no avanza.

Pero si los años son más brutos, es que el mundo no precisa de códigos sociales.

Todo lo que me enseñaron a mí no es válido en este mundo de las prisas.

El dinero es más que Dios en este mundo, es lo primero.

Estemos tranquilos para ver qué queda de mí en este nuevo mundo que ha venido.

 

 

Mujeres aburridas

 

Hay mujeres que se aburren porque la vida es muy larga.

Y se apuntan a un partido político y a su ideología.

Y la pregonan y quieren que todos sean de ese pensar.

Y quieren la revolución. Ahora que son viejas y feas.

Y las llaman guapas por ser de izquierdas y las halaga.

Y son más antipáticas que un calcetín.

Y a lo mejor son extranjeras y se cansan de ser mujeres.

Y actúan como hombres, como hombres torpes y desaliñados.

Y tienen un marido que las mantiene mientras ellas hacen la revolución.

Y venden prendas usadas en un triste mercado.

Y ya digo, no saben ni saludar. Y añoran a Lenin en líderes populistas.

Y se creen que por ser comunistas ya son algo en la vida cuando no han sabido ser más que la mujer de.

 

Otra duda

 

Mi corazón está en una duda que le parte.

No sé si ser amigo de otro corazón que me ha herido.

No sé si dejar que el río corra sin bañarme en él.

No sé si esa amiga es buena compañera de mi vida.

Hay cosas a las que no llega el perdón, como el odio que se prodiga sin razón.

Siete años son muchos años de estar junto a una persona que ha engañado con disfraces

A unos ojos que la han mirado inocentes.

Tristemente, le tengo que decir adiós para siempre.

Hola, qué tal y nada más. La Gran Vía será ese territorio que marque la despedida.

Adiós. Solo adiós. A tanta mentira. A tanto odio escondido.

Cosas y cosas

 

En este mundo se producen cosas.

Cosas, cosas, cosas.

Yo soy una cosa para muchos.

Una cosa que se desplaza, que come, una cosa.

Muchos desean la revolución para volverlo todo del revés.

En el revés, seguiremos siendo cosas. Cosas para la revolución.

Somos cosas que morimos en el capitalismo, en el comunismo, en la nueva revolución que ha de venir.

Somos cosas. Los políticos nos ven como insectos o cosas.

Damos pena las cosas que somos. Nos apuntamos a una asociación antialcohólica o de enfermos mentales o del cáncer y seguimos siendo cosas.

Las cosas no cambian. Nacen, se alimentan, se reproducen y mueren. Así siempre: con capitalismo, con comunismo, con la nueva revolución que ha de venir.

Revolucionarios

 

Hay gente que desea que todo cambie.

Quizás quieren que todo sea gratis, no lo sé.

Desean no trabajar y vivir bien, eso prometen y les prometen.

Lo malo es que esa gente que desea el cambio no sabe lo que es el trabajo.

Son gente rara, que anda con el pelo revuelto y se pasa mucho tiempo pensando una utopía.

No han estudiado. No han trabajado. Viven de consignas.

Su marido o su mujer les sostiene el pensamiento revolucionario.

Muy bien, todo el rato conspirando pero nada hecho ni por hacer.

Esos utópicos son como los idiotas: dan muchas voces para nada.

En su tumba quieren que ponga: yo hice todo lo que pude para cambiar el mundo.

Míralos: tomando un café mientras hablan del nuevo che Guevara.

Míralos, descansados mientras el pensamiento destructor de lo que hay les va a mil por hora.

 

Eeuu.

 

Gana Trump y pierde Clinton.

¿Qué será de nosotros?

Tenemos asegurada la siesta de las tres.

¿O no?

La vida pasará día a día, otros vendrán que de tu casa te echarán, recemos por los muertos.

Muy tarde es ya para las sorpresas. Muy tarde para las revoluciones. El mundo se agita en los centros comerciales como un reptil sin sangre.

Quieren cambiar nuestra mente, quieren cambiar el sistema pero todo el mundo sabe que se trabaja para comer desde Adán y Eva.

 

No conocemos a nadie.

 

La gente no se saluda como antes, no sabemos nada del vecino. Esto es lo que ha quedado tras varias generaciones de políticas comunistas, capitalistas y la nueva revolución que ha de venir.

Hay comunismo, hay capitalismo pero lo que hay son personas asustadas que no se conocen. Eso es lo que ha conseguido la política moderna.

El otro es un enemigo, es un problema y no alguien que pueda ayudar. El dinero está por encima de Dios. Si se adora al dinero, ¿qué queda para el prójimo que tienes al lado?

Todo el mundo quiere cosas pero pocos quieren el corazón del prójimo, ser amigo del otro.

Este mundo es una mierda y da igual que gane Trump o Clinton. Seguirá siendo una mierda rebozada de dinero.

 

 

 

Mundo posible

 

Yo quiero un mundo mejor.

Pero que no lo haga la política.

Ni tampoco la religión.

Que lo hagan los corazones de los ciudadanos.

No quiero políticos orando.

No quiero curas rezando.

Quiero que la gente sea capaz

De pensar que el vecino es un amigo, un aliado.

Y lo piense libremente

Porque es humano

Pensar que otro humano es tu amigo.

Ya sé que el hombre es lobo para el hombre.

Eso es lo que se piensa últimamente.

Es el truco de mago

Para que la política intervenga.

Demos educación a los humanos,

Démosles los libros con que pensar libremente

Y serán capaces de distinguir un lobo de un amigo sin necesidad de los políticos.

 

La deuda de la vida

 

La vida va cobrándose su deuda

Y nos va arrancando días y noches

Ya sean penas o alegrías lo que vivamos.

Nos vamos acercando poco a poco

Al olvido de pagar el día postrero

Todas las horas nuestras en el mundo.

Lo que hay que hacer es apurar

Cada minuto, cada suspiro

En una fiesta eterna de risas y de cantos,

Hacer eterno nuestro paso por la tierra.

Celebremos la amistad como algo puro,

Como algo que merezca la pena

Antes de morir tristes y solos.

Eternidad cada uno

 

Hagamos de esta luz que recibimos al nacer

Algo que resuene para siempre.

Hagamos algo eterno y fecundo

De la vida que se agota por momentos.

Dominar la escena es propio de actores consumados.

La realidad, sin embargo, es algo que se escapa de las manos.

La realidad se piensa, se intuye, se vive pero no se domina.

La literatura es redonda; la realidad, aguda.

Lo real no se atrapa con palabras; lo real nos supera. Solo la ficción tiene un final.

La realidad es eso que pasa y que nos pasa y que no entendemos muchas veces.

La realidad es roca dura y la novela está hecha de papel.

Chocamos con la realidad. Nos refugiamos en las palabras y los cuentos de los abuelos.

 

Camino propio.

 

Un lunes difícil eché a andar

Llegué a la costa.

Allí me entretuve viendo el mar.

Los kilómetros eran ya parte de mí.

El pasado quedó atrás.

No quería volver la vista.

Mis ojos se llenaban de azar.

Vi ciudades y gentes extrañas.

Mi vida consistió en pasar.

Pasar por un mundo desnudo

Solo con mi caminar.

La muerte me esperó un día

Cuando iba camino de Bagdag.

 

 

 

Difícil cabeza

 

Mi cabeza no se pone de acuerdo conmigo algunas veces.

Empieza ella sola a pensar en cosas raras.

Me tiro tres días midiendo mis palabras.

Mi cabeza habla sola mientras yo desayuno.

A veces la descubro dialogando con mis enemigos.

Conversaciones inmundas tiene mi cabeza que se repiten día tras día como una especie de motor.

Hay gente que me habla, habla con mi cabeza.

Mi cabeza está mal, la química la calma.

Mi mente son sustancias que sobran o que faltan.

Mi mente y yo vivimos claramente pendientes de unas píldoras que nos recetan los médicos.

Mi mente sufre a veces el mal de la locura.

Pero yo procuro ser feliz, aun cuando mi cabeza se olvida a veces de mí.

 

Huida pronta.

 

Si se te tuerce la vista

Al contemplar lo que ves,

Puedes coger la autopista

Y largarte a hacer puñetas.

Mientras haces el camino

Se te pasan unos días.

Cuando llegas a destino

Coges aire y a volar.

Kilómetros y kilómetros

Hasta ver Madagascar

Y de allí a Nueva Zelanda

Sea por tierra o por mar.

Cuando tus ojos ya vean

Muchos modos de pecar

Te vuelves a casa pronto,

Algo tienes que contar.

 

Despedida desesperada.

 

Querido amor mío:

Hace mucho tiempo que no disfruto de tu piel de melocotón. Eso fuera sufrible si el mundo que veo siempre con ojos inocentes de niño no fuera tan feo.

Se suma a tu ausencia tibia de delicado perfume una forma de ser de la gente y un estado de cosas que me hace intolerable la vida en esta ciudad.

Tus ojos verdes como el trigo temprano los tengo en la memoria siempre para poder aceptar estos berridos de niños idiotas, estos caprichos de adolescentes malcriados y estos desconciertos de los contemporáneos míos tan odiados.

El sedoso cabello que cubre tu inteligente cabeza me sirve de inspiración para olvidar todas estas aberraciones que me rodean pero poco a poco voy cediendo al desespero más absoluto.

Ven pronto, delicada forma, inteligencia sublime porque yo solo no puedo con todo.

Voy a poner una fecha para sucumbir a este mundo que me ahoga: si el uno de enero no me socorres con tu presencia, me cortaré las venas frente a tu cuadro y de todas maneras, tú serás lo último que yo presencia en la vida.

 

Firmado, tu amigo que no entiende el mundo sin ti:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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