Me he dejado un poco de barba, estoy empezando a leer el tema 50 de la oposición (El Quijote) y acabo de llegar de la biblioteca. Me he encontrado en ella con un viejo conocido que se llama Federico y es la persona más tóxica que conozco. Se ha hecho el encontradizo pues, ¿cómo sabía que estaba yo fuera de la biblioteca fumando un cigarro? Me ha espiado pues, para ver si le invitaba a una fanta. El otro día me encontré con mi sobrino y su pareja con el niño en Las Rozas. Yo andaba con ganas de andar y los dejé, no fuera que nos metiéramos en una conversación que a mí no me vale para nada. Me mola más andar que hablar últimamente. De hecho, cuando cene a eso de las 21 horas, me piraré a Las Rozas y vendré andando también y llegaré a casa de día pues hasta las 10 y media no anochece. La vida circula como la sangre por el cuerpo: a veces se incrusta en ella un corpúsculo extraño que entorpece la circulación pero contando con buenos médicos y medicinas, la cosa tiene arreglo.
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