Sufrimos un periodismo ramplón y mentiroso o hiperbólico (exagerado). Porque una sindicalista hable, se desploma la oposición. Entonces, si habla otro que representa a una institución, se desploma el gobierno. Ahora estamos con lo de la sanidad. Se va a convertir a la sanidad en una religión. Una locura. Otra locura más de la que no nos enteramos. Los Goya. Se convierten en política. La política es todo. Todo depende en tu vida si te curas en la privada o en la pública, todo depende de si estás con Ayuso o con la otra. Todo depende si vas a las manifestaciones o las ves por la tele. Todo se envenena con la política, todo se tensa con la política. Los de izquierdas dicen: todo en la vida es política. Para el que escribe, no todo es política. Que manden a la mierda la política de una vez: eso pido. Hablar de todo esto me da asco.
Entre dos sillas, el culo en el suelo.
Con una silla, basta.
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