domingo, 12 de febrero de 2023

Hubo una época en que ni mi hermano Paco ni yo teníamos amigos. Íbamos por la calle y nos reprochábamos el uno al otro esta cuestión de no tener amigos. La familia puede fallar y también la pareja pero lo que no falla son los buenos amigos. Los buenos amigos los eliges, no como a la familia. La pareja te la encuentras en la calle y hay que hacer esfuerzos para mantenerla. Los amigos son espontáneos, ahí están siempre y nos pueden ayudar. Una charla con un amigo puede ser muy beneficiosa para la salud mental pues ese amigo no te tiene más que a ti y tú a ese amigo y no hay que hacer méritos para que te escuche. Te escucha porque es tu amigo y basta. Los amigos están en el trabajo, en el ocio, en el pueblo de donde eres, en la calle o en cualquier sitio donde haya un amor sincero.


Si sientes las cadenas, eres ya medio libre.


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