Es muy común que dos hermanos no se hablen. Se crea una barrera de hielo que no se rompe. Pero bueno, cuando es necesario hacer cosas juntos, se hacen por bien de la familia. Si tienes un hermano que te ningunea porque siempre hace de menos lo que tú haces y se "cuelga medallitas" continuamente, es mejor no saber de ese hermano. Y si se mete en tu intimidad de manera impune para tratar de controlarte o vete tú a saber qué, lo mejor es no saber nada de ese hermano que ha cometido delitos contra tu intimidad. Lo mejor sería que ese hermano confesara la verdad, cosa que no va a hacer nunca. Peor para él, pues se verá aislado de la familia a la que hizo esos desmanes. Y no pidiendo perdón nunca, ya sabe que está equivocado pues el delito lo cometió él y lo sufrió el otro hermano. El hermano que se cree más que otro y por ello, comete abusos contra el otro, acaba siendo odiado y no se desea establecer diálogo con él, por delincuente.
Yo me soy el rey Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como.
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