Hoy he estado jugando con mi sobrino nieto en casa de mis padres. Este niño ha revolucionado la casa con sus travesuras y alegres ingeniosidades. He llevado una ensaimada que ha tenido éxito. La vida va caminando como un camello torcido o como el paso elegante de la garza. Qué más da cómo ande la vida, lo importante somos nosotros que la vivimos. La gente es la importante, la que hace la historia de cada día. Hay veces que se reniega de la vida porque no nos gustan aquellos que la viven con nosotros pero otras es una bendición compartir la vida con geniecillos que corretean por ella como duendes graciosos y sutiles. Viva la vida cuando estás rodeado de felices hombrecillos o gente de bien.
Sol y sal preservan de todo mal.
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