Una larga carretera entre grises peñascales va a dar a la nada y a nadie. Va llena de curvas, llena de penas, llena de olvidos. La carretera es sombría y monótona. Algún pastor se sienta en un montículo y observa la carretera. Pasan coches muy de cuando en cuando. Los días de ese pastor están hechos todos de lo mismo: las ovejas, los perros, la sierra. Pareciera que el pastor viviera en un sueño continuo. Pasa un coche que va al pueblo. En el pueblo hay un chico terrateniente que ha heredado del padre. Tiene ganado y tierras. Ese chico va en el coche, un coche de alta gama, un mercedes. Lleva a su novia consigo. La novia es guapa, una rubia guapa. Mañana se besarán y harán el amor en la casona de chico rico. Fin.
Mira cuántos van detrás del dinero, no conocen otra cosa
más atractiva.
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