Los hechos transcurrieron así: el sábado pasado nos instalaron un lavaplatos. El lavaplatos no funcionaba o no sabíamos cómo funcionaba. Llamamos a la tienda y el lunes yo estaba muy nervioso. El cielo estaba nublado y no sé si habíamos cambiado la hora. Yo esperaba la llamada del técnico de la tienda. Paco se fue al médico a las 4 de la tarde y me quedé solo en casa. Paco había quedado con Fede a las 5. Fuimos los dos con Fede. La conversación me aburría horrores pero estuve en compañía. Fede propuso ir el día de Todos los Santos a Torrelodones, para estar tranquilos. A las 5 nos fuimos a Torrelodones y es verdad que yo sentí una tranquilidad grande toda la tarde. Oímos misa a instancias de Fede en una iglesia muy bonita. Nos vinimos a casa. El miércoles, día de difuntos, por la tarde, vino el técnico. El fallo del lavaplatos era un tontería. Había que presionar el cajetín. Otro día quedé con una compañera de piso de Fede que me compró el libro "El profesor enfermo". Dice que le interesan las biografías. Yo le regalé otro libro titulado "Cara y cruz", una reflexión sobre la vida y la muerte. Y hoy he visto a Fede por la Gran Vía y hemos tomado café en el "Niza". Fede me ha dejado pues tenía que ir a casa de un amigo a entregar un currículum por correo electrónico para una fundación llamada "Famma" Le agradezco a Fede que tuviera esa idea de ir a Torre. Me tranquilicé mucho del lunes negro que pasé.
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