La cuidadora se va y viene otra a casa de mis padres. No soporta mi padre cualquier desliz que tengan las cuidadoras. En fin. Hoy el día ha aparecido luminoso. Hemos estado Paco y yo a comprar un abrigo en el Hipercor. Luego, hemos bebido una cerveza de los chinos y nos hemos venido a casa. En casa no hay mucho que hacer. Quizás esperar para cocinar unas empanadillas de atún con mucho tomate. He dejado la afeitadora cargando y cuando esté lista me afeitaré la barba de un día que tengo. Mi padre, cuando ha aparecido la nueva cuidadora, ha querido hablar con ella, pero mi hermana se lo ha impedido. Le ha dicho: "padre, por favor" y mi hermana le ha enseñado la casa a la nueva cuidadora. Eso es todo lo de esta mañana.
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