Como yo no voy a la nieve ni voy al río ni voy al mar y me da envidia de aquellos que sí van, pues mato el tiempo escribiendo estas zarandajas que no van a ningún sitio pero me relajan. Pocas veces lo he pasado yo tan bien de vacaciones como este año en Guadalajara los cuatro días que he estado. Había mucha animación desde por la mañana, con los perros Gin y Mía dando vueltas por el albergue. Luego dábamos paseos los que nos sentíamos más afines y charlábamos de la vida y sus misterios sin resolver. Fuimos a una ciudad medieval una mañana y un guía nos informó de todo aquello que veíamos. Una tarde fui a la biblioteca del pueblo y me leí unas cuantas páginas de un Premio Planeta. Estuvo muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario