lunes, 12 de diciembre de 2022

Podríamos decir sin equivocarnos que la crisis o las crisis continuadas han podido "casi" con la navidad. Ya no decimos feliz navidad a nadie, no nos entretenemos en el bar de modo feliz con la gente, no nos juntamos las familias con la alegría de otras navidades. Pero yo quiero romper una lanza en favor de la navidad: ha nacido un niño, esa es la navidad y lo que se celebra. Un niño que la tradición de siglos le ha convertido en Dios. El que no crea, da igual, lo que digo es una verdad como un templo. Han pasado muchos años y el cristianismo ha sido una fuerza unificadora de gentes; el cristianismo ha sido un conjunto de creencias que hacían creer a la gente en una sola cosa. Han surgido ya en la modernidad otras creencias, igual de comprensibles que el cristianismo y la dificultad de la vida y sus amenazas han roto el espíritu navideño. Pero yo celebro el nacimiento de un niño que es Dios.

Cada uno siente el frío según la vestimenta.

Siempre habrá ricos y pobres.


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