Me he echado un cigarro y he pensado: si tienes un hermano que no ves en un mes, ¿qué clase de hermano es? No vale la pena ni contestarlo. El invierno ya va a llegar. Yo me monto en el bus a Madrid y voy al sitio que yo veo adecuado. Como. Ando. Me monto en un taxi. Voy a otro barrio y me siento en una terraza cubierta desde donde veo gente. Unos van con prisas, otros con una pizca de tristeza en la mirada y nadie piensa en las fechas en las que estamos. Cojo otro taxi. Me siento en unas sillas con mesas de la fachada de un hotel. Vuelvo a ver gente de todo tipo. Hay que pasar el rato. Pido un tónica. Escribo. Ya anochece. Otro taxi.
Eres como un camello, que no hay nada derecho en él.
Cuántos hay de esos.
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