La clave de la selección de Luis Enrique es la posesión. Pero nada más. El partido contra Costa Rica fue un espejismo en la niebla espesa de los jugadores españoles. Mucha posesión horizontal y vertical (a jugar con el portero numerosas veces que le ponían en un brete). El derviche tourné que gira sobre la espina dorsal. Y gira y gira el balón y en cada partido, tres tiros a puerta o ni eso. Una mierda, un absurdo, el antifútbol, como digo yo. O no jugar ni a la taba o no saber a qué se juega. La portería contraria al equipo español ni se inmuta en los partidos porque solo se sabe dar vueltas al balón en el centro de campo. Enrique, váyase. Y se ha ido. Ahora, que le fiche el Atleti por cuatro perras. Y más derviche tourné que gire en el Wanda. No he visto otra cosa más absurda en mi vida. Encima dice el entrenador que los jugadores han hecho el cien por cien de lo que él les ha mandado. ¿Y qué les has mandado? ¿Que no tiren a puerta no sea que metan gol?
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