Hoy tocaba comer en casa. Una tortilla de patatas, pero como he dormido mal esta noche y me he despertado a las 8, a tomar por culo la tortilla de patatas. Nos vamos a comer al Taberneros. Mientras no tenga que cocinar, estoy contento. Hacer la tortilla era superior a mis fuerzas. Suena el chatarrero. Quizás suene también el afilador y los del tapicero. Me da igual. Que suenen todo lo que quieran. El mal rollo de ayer parece superado. La vida corretea de mala manera por el mundo, todo el mundo tiene un esqueleto en el armario. Yo conozco ladrones en mi propia familia. Ese debe ser el esqueleto. Ya no los tengo rencor. Son gilipolleces de gente que no tiene dos dedos de frente, hay que perdonarlos por no matarlos. En fin, la cosa corre que se jode y ya llega la nochebuena y ya no volveremos más.
Amigo traidor, una buena cuerda y colgado al sol.
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