Se ha llamado al dadá antiarte. Escribo este artículo de blog para empezar el día y crear algo de sentido a la mañana pero no sé si me saldrá. Los dedos no están tan ágiles como ayer domingo por la tarde. Empiezan los anuncios de Navidad. No me gusta la Navidad porque rompe mi rutina. A veces me quejo de la rutina pero la prefiero a juntarme con seres a los que no veo en todo el año. La Navidad es una hipocresía que se pega al riñón como la grasa.
La vida pasa como un jilguero pasa la primavera: sin darse cuenta. La vida es como la manecilla de un reloj, nunca para. La vida es como un perro fiel, siempre a tu lado aunque sea inútil.
El caso es que dicen que va a haber mucha renuencia a ponerse la vacuna en España. Dicen que la mitad de los españoles no están dispuestos a ponérsela. Esa es la diferencia de España con el resto de países. Somos anarquistas.
Voy a dar un giro espectacular en mi novela: va a haber un secuestro para hacerla emocionante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario