Llevo dos días seguidos escribiendo mi novela. A mí, mi novela ni me da ni me quita y casi no tengo lectores a quién dejársela después de que la acabe. Llevo unas 12000 palabras, pero la última que escribí tenía unas 52000 palabras. No sé cómo podría yo gastar tanta tinta con esta novela que llevo entre manos, pero mi pundonor me dice que debo acabarla y rellenar muchas páginas para que salgan unas 200 para que la novela sea decente y redonda. El caso es que esta novela actual va de un personaje un poco raro y se enfrenta a situaciones que yo no sé como llevar pues soy lego en la materia de aquellas cosas en que se mete esta mujer (la protagonista). Quizás me tendría que documentar sobre algunas cuestiones para seguir escribiendo pero, de esa manera se perdería mi voluntad de escritor y además, también se perdería mi espontaneidad como creador, así que prefiero no documentarme nada y que todo salga según yo lo tenga previsto. El caso es que ya he cogido ritmo y después de estar tumbado en la cama haciendo que duermo, voy a continuarla, que de eso se trata.
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