Hoy en día se publican muchos libros que te ayudan a alcanzar la felicidad y el éxito. Una de las cosas que dicen esos libros es que apuntes en un papel lo que quieres conseguir en la vida cien o doscientas veces y lo conseguirás. Mi hermano Paco, al contarle yo que hoy estaba contento, me ha dicho que la felicidad está en las pequeñas cosas. ¿Y qué son esas pequeñas cosas? Nadie lo sabe. Porque el estar contento es un estado mental. O estás contento o no. Para mí, estar contento es no tener ideas negativas en el pensamiento, no compararme con nadie porque casi siempre salgo mal en el retrato o no pensar en lo que va a venir; o sea, la maldita navidad. Puede que estar yo contento dependa de muchas más cosas, pero a bote pronto, a mí no se me ocurren. Mi enfermedad, trastorno bipolar, hace que el estar contento o triste sean fases patológicas de esa enfermedad. Pero yo no sé a ciencia cierta si hoy, que estoy contento, se deba a una fase obligatoria de mi enfermedad. Es verdad que he escrito un montón de blogs, he escrito de la novela, he comprado un cuaderno grande para analizar mi estado mental diario y leo "Las meditaciones" de Marco Aurelio con asiduidad. ¿Tiene que ver eso con la felicidad que he sentido esta mañana? ¿O tiene que ver todo con una disposición cerebral mía que hace que esté contento? No lo sé. La vida es un misterio y los estados vitales que experimentamos en ella quizás también lo sean.
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