No siempre estamos en la mejor de las posiciones. Por eso hay que echar mano de la paciencia y decir: ya vendrá algo mejor. Ya dije que esta vida es como vivir en un hotel: las puertas están numeradas y hay una que se va abrir y allí está nuestra oportunidad.
Hay veces que los malos pensamientos nos tienen en jaque: deberíamos hacer esto y no lo hacemos, yo debería ser así, como ese o como el otro y no lo soy.
A veces el simple azar, the simple twist of fate hace que todo cambie.
Hay gente que no puede confiar ni en ese cambio de hado o de suerte.
Pero poco a poco, analizando la situación, veremos que podemos hacer cambios pequeños que nos hagan estar a gusto con nuestra situación y sentirnos mejor.
Es como un mendigo que veo yo siempre en el mismo sitio: su situación es pésima pero por el semblante que tiene el hombre, parece que ha adecuado su vida a estar lo mejor posible.
Si un mendigo puede estar conforme a situación, ¿cómo no podemos nosotros estarlo?
A veces se trata de cambiar de hábitos, otras veces se trata de introducir pequeños cambios. Siempre se trata de hacer cosas que nos motiven.
La ley general es hacer cosas que nos gusten o nos motiven sea esto por acción o por omisión.
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