Yo me maravillo de todos los libros que se publican en España, de todo lo que se recomienda para leer.
Yo he leído un poco a los clásicos por la carrera de letras que hice. Los clásicos son buenos pero difíciles.
Pero creo que dentro de todo lo que se publica, en medio de todos los libros que nos podemos encontrar en una librería, por lo numeroso, por lo grandilocuente, por lo pueril y por lo arbitrario, no todo puede ser bueno.
Yo creo que los escritores de hoy en día mezclan los crímenes con el amor, el amor con la Historia, la Historia con lo personal, lo personal con un intento de impactar literariamente, el culo con las témporas, finalmente.
Yo no estoy acuciado por la lectura. Yo lo que quiero es que se llegue el lunes para escribir. Yo no atiendo a "lea esto" o "lea aquello" sino a "voy a escribir porque me gusta" y luego, si alguien me lee, fantástico.
Sólo pretendo en mis historias que alguien se pase el rato y aprenda algo.
Mis historias tienen la importancia de lo que pasa por la vida; esto es, muy relativa.
No aspiro a ser un gran escritor. Si un día lo soy, será por mis lectores, no por mí mismo.
Soy como Baroja, que decía: de lo que se trata es de pasar el rato.
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