viernes, 1 de agosto de 2025

 En la guerra civil de España, se mataba sin pudor. A mí me entran ganas de matar cuando me desprecian, me ningunean, me llaman tonto en mi cara encima riéndose. Cuidado conmigo. Yo me harto ya muy pronto. Ya no hay ropita de niño ni pasteles. Solo hay el desayuno de cada día. No me molestéis el desayuno porque se me crea una mala sangre efervescente que quiere matar. No lo digo de broma: hoy he soñado con que mataba a esos que quieren mi desdicha, a esos que se han reído de mí en la cara, a esos que dan gato por liebre siempre.

Líbrate de un enfermo mental

porque las cañas se pueden volver lanzas.

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