jueves, 21 de agosto de 2025

 A mí mis sobrinos me importan ciertamente poco, que es lo que mi hermano y yo les importamos a ellos. Los veo de casualidad por la calle como a otras personas. A mis amigos los veo de una a dos del mediodía, esa es la diferencia. Que quedo con ellos. Fui a la boda de uno sin ganas. Sus hijos no me dicen ni hola, no me conocen. Son familias aparte todos ellos, no me conciernen para nada. Pero ellos tienen un interés económico en mi hermano y en mí: nuestro dinero y nuestro piso. Todo lo tuyo es mío, dijo uno de ellos. Ya veré yo cómo se reparten esos dos patrimonios. Tienen que pasar muchos años para que yo me vea mal, para que pida ayuda, pero no se la pediré a mis sobrinos, que estarán muy ocupados con sus familias. La pediré a otras instancias. 









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