domingo, 17 de agosto de 2025

 Se sienta en la butaca y ve pasar el tiempo. ¿Es bueno, es malo? El tiempo lo dirá. Los geniecillos verdes que andan en los bosques han tenido que salir corriendo delante de las llamas. Esto es escribir por escribir, no tiene más sentido. El Retiro luce su laguna, su estatua del ángel caído, su arboleda fantástica y sus calles anchas para acoger a todos los madrileños que deseen pasearlas. Sería un lujo vivir al lado del Retiro madrileño. Las vidas de los muertos no importan a ningún político. La gente muere y ya está, se va a otro mundo pero los políticos siguen enredando, tensionando la convivencia. Le olía la boca a cocido, a cocido rancio.

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