lunes, 16 de enero de 2023

Estoy leyendo una novela de Lucía Etxebarría que habla de una mujer escritora que está embarazada. Y luego, tiene al niño, pero no le puede dar la teta porque tiene los pechos muy grandes y ahogaría al recién nacido. Incluso el recién nacido no podría chupar de esos pezones tan grandes. Mientras cuenta cómo es el proceso de criar al niño, nos da notas de su vida: de cómo estaba con un hombre tóxico, de cómo conoció al padre de su hijo etc. Está bastante bien. Es premio Planeta de 2004. Mientras leo este libro, ha venido el frío por fin a la península. En enero tiene que hacer frío, digo yo. La gente se monta en los taxis por eso, porque hace frío y la gente lleva guantes y bufandas por eso, por el helador aire que viene por la calle. Hay gente que se queda en casa y come una lata de judías chilis de esas que venden en los supermercados y llevan algo de carne. Creo que ya nos da miedo el agua y el frío y huimos de ellos porque ya no son tan usuales.

Si mi suegra muere, necesitaré a alguien para desollarla (refrán portugués).


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