Pocas veces se relaja este hombre. Tiene una nariz aguileña, unos ojos muy a menudo turbios y una boca que tiende al desprecio en su expresión, con el labio inferior bajado y despectivo. Se cree demasiado listo pero casi no sabe leer. Es pronto a la cólera y sus facciones se explayan cuando la cólera aparece. Cuando se expresa cree llevar la razón dando voces, como si estuviera en la taberna. Tiene proporción en su cuerpo y le gusta presumir de la ropa que gasta, aunque sea un simple chándal. La verdad es que este hombre tiene muchas carencias afectivas y se defiende como puede. El pelo, ya totalmente cano, no hace que pensemos en un viejo, ya que se ha sabido cuidar. Bueno. Es una persona también fea de alma y no quiero describirla más.
La gente junta, no tarda en aparecer la disputa.
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