Mi familia es una familia modelo: somos todos muy cariñosos unos con otros, somos muy besucones, nos besamos mucho como la trucha al trucho. Nunca damos gritos cuando nos dirigimos unos a otros sino que hablamos en términos corteses, suaves, amables, amistosos. Nos queremos todos mucho y lo demostramos con muchos abrazos, palabras halagadoras; nos apoyamos mucho unos en otros y cuando hace falta, estamos todos muy pendientes unos de otros. Cuando uno está en el hospital, venimos todos a verle o preguntamos por su salud con mucho encarecimiento. La familia que tengo merecería una estatua o un premio a la mejor familia, pero no sé quién los da.
No se escapa de la sartén y cae en la brasa.
Es como lo de Malagón.
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