Sobre la hora que no pasa y la que ha pasado
ando yo tristemente en esta tarde,
buscando al arte que se escapa entre los folios.
Busco ser mejor que una tarta de chocolate,
busco amansar el tiempo con unos renglones,
busco la fama de los que escribieron
y no encuentro más que el café de la barra de los bares.
Las piernas de las chicas se funden como oro
y mi novia espera a que sean las seis
para llamarme al móvil y decir qué tal.
Hay un gato que embadurna el aire
para hacerle más gris y para hacerle más cursi
y yo sigo perdido en la tarde
sin mis invenciones ni mis autoestimas.
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