jueves, 26 de febrero de 2015

Estoy de bajón. Esta monotonía de días que caen como gotas de agua todas iguales me ha vencido. La rutina absurda de no hacer nada se ha vuelto contra mí. Y tengo que hacer unas lentejas pero no tengo ganas de hacer nada. No es que no pueda sobrevivir a tal estado de ánimo, sino que me veo impedido y cada cosa me cuesta un montón. Han pasado días de un tiempo borrascoso, con mucho viento, no daban ganas de salir a la calle. Me preocupo mucho de lo que fumo hasta someterme a una tortura por cada cigarrillo. La vida es absurda, no tengo alicientes en ella. Me levanto y no sé qué hacer. Me aburro, me desentiendo hasta de las pocas cosas que hago. No me parece útil la novela que estoy haciendo y cada vez me parece más difícil escribir unas líneas. Espero que todo cambie a mejor porque si no, me voy a hundir en la miseria de la inacción y la depresión. Por ahora lo voy aguantando pero necesito un estímulo, una respuesta a tanto aburrimiento y rutina impuesta. Menudo rollo la vida que llevo. Me levanto tarde y no tengo dónde ir ni con quién charlar ni nada.
Si la rutina te aplasta, dile que ya basta.

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