En el Quijote hay un dicho que se repite mucho: arrímate a los buenos y serás uno de ellos. No siempre es así: los buenos tienen sus propios intereses algunas veces o no te puedes arrimar a los buenos ya que estás rodeado de gente como tú, que es del común, ni buena ni mala. Pero cuando empecé a montar mi pequeña biblioteca me dejé llevar por la fama de los grandes escritores. Cuando leí "La metamorfosis", de Kafka, que va de un hombre que se convierte en cucaracha, me llenó de extrañeza ese libro, pero Kafka era considerado de los buenos. Luego, compré "El extranjero" de Camus y también me extrañó su lectura. Compraba libros breves, que se pudieran leer pronto y que fueran de buenos escritores. Compré "Las ratas" de Delibes y este sí me gustó. Fui formando una pequeña biblioteca desordenada, al buen tun tun, sin nadie que me guiase. Siempre tuve esa pasión por los buenos, los mejores, los triunfadores en literatura aunque yo no seré uno de ellos. Soy muy mayor ya para triunfar pero seguiré intentándolo como entretenimiento de mi vida aburrida. Es el aliciente que me queda, escribir a ver si algo mío es considerado bueno, a ver is gano un premio literario, a ver si triunfo. Pero mi triunfo será ya tardío y triste como algo que empezó tarde y mal.
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