"He pasado por momentos que me dieron mil tormentos" son dos versos de un cantante muy conocido en España pero cuyo nombre yo no recuerdo. Me gustan estos dos versos porque denotan una gran filosofía de la vida. Para estar contento, primero hay que pasarlo mal, viene a decir. La canción sigue luego con viento del sur y amores de playa frente o al lado del mar.
Las canciones de aquellos años ochenta y noventa revelan toda la moral y toda la doctrina para regirse uno en la vida con la ilusión y certeza de acertar en ella.
Otro ejemplo sería el de "Los héroes del silencio" cuya rima dice así: "hace tiempo que ya no te veo, quizás no te llamo porque ya no me atrevo. Habremos cambiado, quizás a peor" y es un canto al paso del tiempo y el destrozo que hace en las amistades antiguas.
Podría estar citando grupos musicales hasta el anochecer pero no es el caso. Lo que digo es que la movida trajo consigo un aluvión ingente de grandes pensamientos acompañados de guitarras o saxofones.
Hay que dar a la canción española el puesto que se merece, que es ni más ni menos el estante de la música al lado del loro.
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