De resultas de estar mal psíquicamente ahora valoro más la tranquilidad de ánimo que tengo este domingo. Estoy muy tranquilo. Ayer pasé el día con Eva por la tarde y hablamos de este sentimiento mío de frustración que tengo a veces porque no soporto esta puta rutina impuesta. Yo le explico que me valgo de la escritura para transcender en lo que pueda el momento actual presente, tan aburrido y tedioso. Ella dice que hay que disfrutar de pequeñas cosas, en fin.
Recuerdo un verso de Rosendo que dice. "muchas horas de pasarlo mal" y luego: "paso un mal rato haciendo el pato". Esto lo dice en una canción que habla de su afán de notoriedad y agradar al público. La canción es muy conocida, se llama "Loco por incordiar".
Yo no busco notoriedad. Yo busco que mi novela vaya bien para sentirme yo también bien y así tener un entretenimiento válido.
Que quede aceptable es mi meta. No busco muchos lectores, sólo la satisfacción de haber hecho un trabajo digno.
Y eso es todo. El domingo empieza a proyectar su larga sombra de tedio y fútbol por doquier. Nadie pasa por las calles, digiriendo están la comida familiar en el sofá. La película impone su argumento fatal al teleespectador que dormita a ratos mientras la heroína chilla porque quieren abusar sexualmente de ella.
Eso es todo. Mañana, lunes, orden en las calles, cada uno a lo suyo.
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