Tengo un estreñimiento atroz. Serán las pastillas que me han mandado por el tema del insomnio. Llevaba la semana pasada días sin dormir. El viernes estuve hasta las 4 y no me dormía. Era una desazón grande. Me levantaba de la cama, fumaba muchos cigarrillos, iba a la cocina a comer cualquier cosa, me paseaba por la habitación, etc. Ese viernes, a las 4 de la mañana, me vestí y ya en la calle, pedí un taxi. Vino pronto una taxista que me dijo: ·"tú eres el tío de Carlos". No sé cómo coño me conoció. Entonces empezó a hablarme de mi sobrino en unos términos alabanciosos a más no poder: que qué majo Carlos, que yo le quiero mucho, etc, etc. Una vez en el hospital, no esperé mucho a charlar con dos psiquiatras de género hembra y después me dieron una pastilla diminuta, me metieron en una habitación con cámara y yo allí pasé las horas muy mal: sentía algo muy malo por la mente y por el cuerpo. Quería que pasara la noche todo lo rápido posible y miraba el reloj cada dos por tres. No recuerdo cuándo vino Paco. Me compró el diario para pasar el rato y a eso de la una del mediodía, nos dieron el alta y nos fuimos. Yo estaba cansadísimo y muy confuso, muy confuso. La verdad es que el insomnio es muy duro de llevar. No se lo deseo a nadie.
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