"Te has saltado el turno, Jhony". Jimmy ha tenido que pasar toda la tarde vigilando la garita". Jhony miró a otro lado. "He dicho que te has saltado el turno". Jhony siguió mirando para otro lado. Robert lo dejó por imposible y siguió su camino. Sentía que no podía hacer otra cosa por Jimmy. Por lo menos se lo hacía saber a ese soberbio de Jhony. Jhony vino de Wisconsin hacía ya tres años y pretendía el cotarro de las cosas. Era feo, manipulador y petulante. Vino a Nueva York en barco y estaba jodiendo todo el montaje pero también hacía cosas buenas para la empresa, lo que pasa es que todo lo hacía de modo imperioso y como si mandara en la empresa más que otros.
Un día, uno que se cabreó con él por la cuestión de los turnos, le llamó hijo de puta. Jhony cogió un palo y le dio en la cabeza. Hubo un juicio pero Jhony se salvó de la cárcel y del despido. El jefe trataba muy bien a Jhony, nunca supe por qué. Jhony siguió haciendo de las suyas hasta que un día fue al hospital por un tema de diabetes y nadie le fue a visitar. Solo su padre anciano que siempre se estaba meando.
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