Se acerca la navidad. Yo no expreso la navidad exteriormente: regalos, nacimientos y árboles. No tengo nadie a quien hacer regalos ni quiero que me hagan regalos a mí: así lo veo yo. La felicidad que viva con mis padres me vale. Y con Paco. Los demás, pueden ser prescindibles. Me da más amor mi madre o mi padre charlando y dándome algún consejo que todos aquellos que buscan en la navidad excusas para acrecentar su materialidad: un trasto más, una prenda más, un juguete más. Eso es propio de la mirada horizontal, perruna o puerca. Ya le hacemos al planeta bastante daño para que gastemos más agua y más recursos para fabricar unos pantalones o demás parafernalia de señoritos y señoritas elegantes. Además, que yo creo que la elegancia está dentro de uno mismo, no exhibiendo ropa de marca. Puedo regalar tiempo (que me sobra mucho), algo de cariño y mi propia persona. Como estos aspectos de la persona no están valorados suficientemente, pues me los guardo por si hay una ocasión de lucirlos. La gente no se ve en todo el año y no se regala presencia y cordialidad sino objetos. Pues muy bien: con su pan se lo coman. Prefiero una charla amena con los que me quieren que no un montón de baratijas con que llenar el armario.
Se ha muerto Almudena Grandes. Es una escritora que siguió los pasos de su amado Galdós. Yo creo que era de las de pensamiento horizontal pero espero que esté en algún lado de la esfera celeste aunque sea solo por las buenas novelas que escribió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario