Hoy mi hermano y yo vamos a ver a nuestra psiquiatra, que según mi hermano no es psiquiatra, es psicofarmacóloga. La cuestión es que se tira media hora con cada uno. Le contamos cómo hemos pasado estos últimos cuatro meses antes de verla, nos receta medicamentos, tarea que dura más que la entrevista, y hala, hasta dentro de otros cuatro meses. Nuestra psiquiatra es maja, joven y bastante comprensiva pero ya te digo, nos ve media hora cada cuatro meses. Así, no sé qué seguimiento puede hacer de nosotros. Menos mal que mi hermano y yo no tenemos graves problemas y vivimos una vida tranquila. Mi psiquiatra nos ha atendido cuando yo dejé de trabajar por ansiedad en el trabajo y a Paco por dos crisis que ha tenido últimamente con ingreso en psiquiátrico las dos. Nos sube o baja dosis, nos pone otra pastilla, etc. Nos oye y apunta en el ordenador nuestros problemas de cuatro meses, muy resumidos, pero no se moja en asuntos, no da consejos, solo escucha y dice palabras a medias. Nadie quiere mojarse con nadie, cada uno que se resuelva los problemas como pueda. A mí me jode que cuando vamos de vacaciones no hace más que preguntar cómo es el sitio donde hemos ido. Ahí sí que pregunta, como si fuéramos una agencia de viajes. La verdad es que no me gustaría que me cambiaran de psiquiatra porque esta es maja y me lleva desde años y otro psiquiatra a lo mejor querría cambiarme la medicación o hacer el gilipollas un poquito. Mejor malo que bueno por conocer. Yo llevo con la medicación que tengo casi 20 años y me funciona muy bien así que voy bien. Mi hermano es el que lo ha pasado mal en marzo de este año, que hemos estado los dos como dos cabrones con la enfermedad.
Si eres enfermo mental, pasarás por muchas cosas malas.
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