Resulta que se me ha acabado el tabaco, no por lo mucho que he fumado, como cuento, sino porque solo tenía 6 cigarrillos. Al venir de comprarlo, me he cruzado en el patio con una pareja de esas que llaman perro flautas que de vez en cuando se meten en el piso vacío de al lado de nosotros. He dicho hola pero ellos como si yo no existiera. Entonces, al irse Paco, mi mente ha empezado a imaginar una serie de ideas fantasmas como que acabarían ocupando mi casa y yo me veía peleándome con ellos. Tienen un aspecto fiero y de pocos amigos que no veas y la otra noche venían dando voces a su perra, a la que llaman "bomba" o algo así y decían "bomba, no hagas esto" o "bomba, no hagas lo otro" a grito pelado aunque eran ya la una de la madrugada. Yo creo que están como cabras y creo que el piso está en unas condiciones pésimas. No creo verdaderamente que me puedan causar algún daño pero mi mente se pone a imaginar y no para. Es lo mismo que la siesta de esta tarde: mi mente ha creado un médico hijo puta y no paraba de darle vueltas al tema. Ojalá llame pronto Eva y nos vayamos cuanto más lejos mejor para olvidarme de imaginaciones e inventos que no me dejan parar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario