A veces pienso que soy un tipo raro o que lo soy para determinadas personas. El caso es que cuando dejé de ser profesor tuve un comportamiento raro con los demás. Estuve huidizo, no quería hablar, las reuniones familiares me hartaban, etc.
Así pasó un año o dos en que yo estuve huraño, de mal humor, no queriendo mostrar mis sentimientos. Luego la vida me pareció mucho más aburrida sin mis exámenes, mis clases y todo lo que lleva aparejado ser profesor. De todos modos creo que hay a mi alrededor ciertas personas con las que no me entenderé nunca haga yo lo que haga o haga lo que haga esa persona en cuestión. La culpa de ese mal entendimiento no la tengo yo siempre sino que los demás también son raritos por unas razones o por otras. El caso es que ya parece que me voy adaptando a mi nueva vida y espero ser agradecido con los que me han hecho bien y poder no resultar tan raro a ojos de aquellos que me ven alejado de sus puntos de vista.
Intelego te, amo te.
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